Los seguros, un producto muy común que en ocasiones ni siquiera sabemos que estamos adquiriendo, pero aun así resultamos pagándolos, los hay de todo tipo: seguros de vida, de viaje, de robo… Pero, a pesar de estar tan presentes y venir prácticamente anclados a otros productos, ¿sabes lo suficiente de estos?
Continúa leyendo para despejar las dudas que tengas acerca de los seguros. Te explicaremos qué son, para qué sirven, sus partes, los tipos más comunes y cómo funcionan.
Contenido
¿Qué es un seguro?
Un seguro es un contrato por medio del cual se puede cubrir algún imprevisto a través de una compensación económica, es decir, pagamos para cubrir una posible contingencia.
Esto lo podemos ver más claramente en un ejemplo, si tienes un auto, siempre existe la posibilidad de que suceda un accidente y tu auto se dañe o incluso tú sufras lesiones personales, o te roben el auto.
Para todas estas posibles contingencias existe un contrato por el que tú pagas y en caso de que algo llegue a suceder, la empresa aseguradora se hace cargo de los gastos.
Pero, si no hay contingencias, ¿para qué sirve el seguro?
No estamos incitando a que te accidentes o busques que te roben, pero ese es el negocio, en caso de que no te suceda nada malo pues estarás pagando por tener la seguridad (valga la redundancia) de que aun si sucede un escenario negativo estarás bien.
No hay nada peor que sentir la impotencia cuando nos roban algo por lo que hemos trabajado, por ejemplo, entonces al pagar el seguro evitamos esa situación porque si nos roban, la empresa estará cubriendo esos gastos.
Origen de los seguros
Los seguros existen desde hace muchos años, tal vez no en la forma que los conocemos hoy en día pero en su esencia tienen la misma finalidad, cubrir contingencias.
La primera aparición de un contrato equiparable con los seguros se llamaba contrato de préstamos a la gruesa, en el que un prestamista le prestaba dinero a un naviero por el valor de la mercancía que llevaba en su barco y en caso de que algo saliera mal en el transporte y el barco o la mercancía se perdieran, el préstamo se cancelaba, entonces para el transportador del barco era una forma de asegurar su mercancía. Pero si el transporte llegaba bien, el naviero debía pagar lo que le prestaron por haber estado viajando con su mercancía asegurado de que aun si salía todo mal, no perdería.
Partes de un seguro
Como en todo contrato existen partes, el de seguro no es la excepción. En un contrato de seguro encontramos las siguientes partes:
Entidad aseguradora
Es aquella entidad que recibe el pago y a cambio de este adquiere el compromiso de cubrir la contingencia en caso de que esta se haga realidad. En palabras sencillas, esta parte es la compañía de seguros.
Tomador
Es la persona que adquiere el seguro con la compañía, realiza los pagos y suscribe el contrato con la entidad aseguradora.
Aquí es importante mencionar que no siempre quien realiza el contrato es la misma persona que estará asegurada. Pues se puede contratar un seguro para un tercero, por ejemplo, si deseas comprarle un seguro de vida a tu padre, tú eres el tomador, pero el asegurado será él.
Asegurado
Es quien es titular del riesgo que se está pagando por cubrir.
Es decir, si yo contrato el servicio de seguro para mí, es decir por cuenta propia, la persona tomadora y la asegurada serían la misma, yo, pero si contrato un seguro para otra persona, yo sería el tomador y el asegurado sería la persona que tengo interés de cubrir de alguna contingencia.
Beneficiario
Esta parte del contrato surge únicamente cuando la contingencia se hace efectiva.
Es decir, supongamos que yo contraté un seguro de vida para mi familia en caso de que muriese. Si esto llegara a suceder, mi cónyuge recibe la indemnización por mi muerte, en este caso, yo era la persona asegurada pero el beneficiario del seguro es mi cónyuge.
Prima o precio del seguro
Es el valor que el tomador del seguro debe pagar, es decir, lo que le pagamos a la aseguradora para que nos mantenga cubiertos del riesgo asegurado.
¿Qué tipos de seguro hay?
Basándonos en la esencia del contrato de seguros donde pagamos una póliza o dinero para cubrir una contingencia, podríamos suponer que es posible asegurar casi cualquier cosa.
¡En efecto! Existen varios y diferentes tipos de seguros, como lo veremos a continuación:
Hay seguros de daños personales, seguros de daños patrimoniales y seguros de prestación de servicios, en estos tres grandes grupos podemos incluir más o menos todo el espectro de contratos de seguros que encontramos en el mercado.
Seguros de personas o daños personales
Estos son aquellos seguros que cubren los riesgos que pueden afectar directamente a una persona en su salud, o integridad física. Por ejemplo, el riesgo de un accidente, de enfermedad o de muerte.
- Aquí se incluyen: Seguro de vida: Este permite que los beneficiarios reciban una indemnización económica en caso de muerte o invalidez de la persona asegurada. Para más información, consulta nuestro blog sobre Seguros de vida.
- Seguro de enfermedad: Ofrece una cobertura contra emergencias de salud en caso de ser necesaria, por ejemplo, el pago de los gastos del hospital o el valor de las medicinas si el asegurado cae enfermo. Puedes profundizar este tema en el blog de Seguros de salud.
- Seguro contra accidentes: Este seguro cubre aquellas situaciones en las que, por causa de un accidente, la persona asegurada queda en estado de invalidez temporal, permanente o incluso aplica en caso de que muera. Dentro de estos encontramos los seguros obligatorios de accidentes de tránsito, sobre los que tenemos un blog aparte.
- Seguro de dependencia: Este tipo de seguro se enfoca en las personas que cuentan con limitaciones que les impiden vivir sin asistencia. Por ejemplo, si tienes una persona mayor en casa que puede quedar en condición de dependencia por una enfermedad degenerativa que le impida moverse, la aseguradora se encargará de la situación, de si necesita una persona para que le asista o los implementos que sean necesarios para que esta persona mantenga un estándar de calidad de vida.
Seguros patrimoniales
Los seguros patrimoniales son aquellos que buscan cubrir, como su nombre lo indica, el patrimonio, o los bienes materiales de una persona.
En esta categoría nos encontramos con una buena variedad de opciones como:
Seguros de cosas
En este grupo se abarca una gran parte de los seguros de daños patrimoniales pues nos encontramos con seguros automovilísticos, de robo, contra incendios y demás tipos de seguros que lo que buscan es garantizar una indemnización al asegurado por las pérdidas materiales que puedan llegar a suceder.
Por ejemplo, en el caso de que contrates un seguro contra robo para tu auto y que este sea robado, el daño material es la pérdida del automóvil y la empresa se encarga de cubrir esta contingencia pagándote el valor del auto. Puedes conocer más en nuestra guía rápida del Seguro contra robos.
Seguros de responsabilidad civil
Por otra parte, tenemos los seguros de responsabilidad civil que garantizan hacer frente a la responsabilidad civil del asegurado en caso de ser necesario. En otras palabras, si por algún motivo yo contrato este tipo de seguros y le genero un daño a un tercero, de aquí saldrá el dinero para indemnizar a esta persona a la que yo le cause un daño.
Un ejemplo de este daño es que la persona afectada no pueda seguir trabajando, esto se denomina lucro cesante y hace referencia al dinero que dejó de ganar por el daño causado, por ejemplo, si dañas el auto de un taxista y no puede trabajar por un mes, su lucro cesante es su mes de trabajo perdido.
También pueden ser daños a la salud, a su moral, entre otros, dependerá de lo acordado con la aseguradora.
Seguros multirriesgo
Son aquellos que pueden cubrir varios de los riesgos sin que tengan una relación entre sí, básicamente es como si escogieras en un combo los seguros que necesitas y armas tu paquete personalizado.
Por ejemplo, seguro contra robo y contra terremoto en una sola póliza de seguro. Aprende más sobre los seguros multirriesgo aquí.
Ampliamos la información y ejemplos de este tipo de seguros en nuestro blog Seguros de daños patrimoniales.
Seguros de prestación de servicios
Y, finalmente, como última clasificación tenemos los seguros de prestación de servicios en donde la aseguradora se compromete a prestar un servicio determinado según el asegurado lo necesite. Aquí encontramos seguros como:
Seguros de asistencia de viaje
Este tipo de seguros suele ser una forma más confiable de realizar un viaje, pues se cubren los imprevistos que puedan surgir en uno. Normalmente, los seguros de viaje cubren gastos de salud, entonces, si te enfermas en el viaje y debes incurrir en gastos médicos, la entidad aseguradora se encarga, sin embargo, también es posible cubrir tu equipaje en caso de que se pierda o llegue tardíamente o hasta la cancelación de tus vuelos.
Explora esta completa Guía de viaje de Colombia y encuentra todos los detalles para conocer Colombia como destino turístico.
Seguros de defensa jurídica
Estos seguros cubren la necesidad de defensa jurídica en caso de necesitarla, va desde la asistencia judicial, pagos de los gastos de la defensa y todo lo que lleve a un proceso judicial al asegurado.
Seguros de deceso
Este tipo de seguros se enfoca en los gastos derivados del fallecimiento de la persona asegurada, gastos como el funeral, el entierro o cremación y los diferentes trámites que son necesarios para cuando la persona fallece.
¿Cómo funcionan los seguros? Preguntas frecuentes sobre los seguros
Como lo viste ya, un seguro funciona de forma simple, la persona tomadora paga y la entidad aseguradora se compromete a cubrir las contingencias que puedan ocurrir según el tipo de seguro elegido.
Pero ¿qué es lo que paga la persona tomadora del seguro? Una póliza de seguro.
¿Qué es la póliza de seguros?
Para entenderlo fácilmente, la póliza es el documento en el que se deja establecido el contrato de seguro entre la persona o empresa y la entidad aseguradora.
En este documento se puede encontrar todas las coberturas pactadas, aquí esta básicamente toda la información acerca del contrato que adquirimos:
- Cada cuánto tiempo se debe pagar
- Cuál es el monto para pagar
- Cuánto tiempo de vigencia tiene el contrato
- El valor de la indemnización.
¿Qué se puede asegurar?
En general, es posible asegurarlo todo, cosas tanto materiales como las que no lo son (daños personales). Pero existen ciertas condiciones, pues deberá ser una cosa ya sea material o inmaterial que sea transable en dinero, es decir, que tenga un valor económico para que la empresa aseguradora pueda cumplir con su parte del contrato en caso de ser necesario. Por ejemplo, un automóvil se puede convertir en dinero al venderlo.
Debe también existir dentro de la legalidad y ser objeto de valoración, es decir, que tenga un valor monetario evaluable, un ejemplo absurdo pero entendible es que no podemos asegurar algo que no existe, además debe estar expuesto o tener un riesgo de ser extraviado o perdido.
Por ejemplo, un cargamento de refacciones (piezas, repuestos) que va en un barco para China, es legalmente evaluable y además es posible que se pierda si el barco se hunde. Por otra parte, es imposible, como era de esperarse, asegurar bajo la legalidad cargamentos de contrabando o de drogas.
¿Qué riesgos puedo asegurar? ¿Puedo aprovecharme de un seguro?
Para entender esto existe un concepto llamado riesgo asegurable y hace referencia a un hecho incierto que se desea asegurar como la ocurrencia de un accidente de tráfico, es algo que puede pasar y causarnos prejuicios. Pero (y ojo que esta parte es muy importante), esto no puede ocurrir por voluntad del asegurado.
Lo que quiere decir que no es posible ir a contratar un seguro contra robo para mi auto y luego decir que me lo robaron para recibir dinero.
Un ejemplo muy claro de esto es la situación en la que una persona que tiene un seguro de vida es asesinada por su pareja para cobrar el seguro. En estos casos es posible demostrar que se actuó de mala fe, además que en este en específico se cometió un crimen y se entraría en temas judiciales.
¿Puedo cancelar todos mis seguros?
Existen algunos seguros obligatorios que no es posible cancelar al menos durante la vigencia del contrato o el tiempo que se tenga un bien.
Un ejemplo de esto son los seguros obligatorios que adquirimos con un crédito, que existen para cubrir su valor en caso de no poder pagarlo. O los seguros vehiculares obligatorios sin los cuales está prohibido circular.
Si bien se podrían cancelar si no tuvieras la deuda o no tuvieras tu auto, durante el tiempo que utilices estos bienes o servicios deberás contar con el seguro.
Conclusión
Para concluir, podemos encontrarnos con una enorme variedad de productos en temas de seguros, lo importante es evaluar si tenemos la necesidad o no de adquirir uno de estos pues lo hagamos efectivo o no, será una salida de dinero de nuestro bolsillo que podría no materializarse nunca.
Mi recomendación antes de contratar todos los seguros que encuentres es realizar una autoevaluación de la necesidad de asegurar algo, por ejemplo, si compras un auto nuevo es normal querer asegurarlo contra un robo.
Pero lo que no es normal es contratar seguros de asistencia de viajes si nunca viajas, el ejemplo puede parecer absurdo, pero realizar este proceso mental de evaluar lo que vamos a comprar puede resultar en un ahorro y una decisión mala menos.
Espero que todo lo que hayas encontrado en este blog te sea de utilidad y hayas entendido como funcionan los seguros.