Todos en algún momento hemos tomado una mala decisión financiera, desde las más pequeñas como una compra o un gasto innecesario hasta las más impactantes como una mala inversión. Esto debido a que nunca recibimos educación financiera o fue muy básica, nuestro aprendizaje ha sido mayormente empírico.
Por esto en este blog vamos a ver por qué deberíamos empezar a educar a nuestros niños en temas financieros y cómo hacerlo. ¡Acompáñanos!
Contenido
¿Qué ejemplo damos financieramente a los niños?
Lo primero que debemos tener en cuenta es cuáles son nuestras prácticas con las finanzas personales, si estas son óptimas o si estamos en una situación de analfabetismo financiero. ¿Por qué? Muy fácil, el primer acercamiento a la educación financiera de nuestros hijos es nuestro propio ejemplo.
Basándonos en lo anterior, tendríamos entonces nosotros mismos que estar mejor educados financieramente para poder trasmitirle esto a los niños y este lo podríamos poner como el primer gran paso a la hora de empezar con su educación financiera.
Ahora bien, la simple tarea de hablar de estos temas con los niños puede resultar tediosa por su falta de interés o la complejidad de los temas, entonces es aquí donde debemos buscar la forma de volver esto un hábito sano y que no sea tortuoso para ellos.
Usa ejemplos prácticos con los niños
Lo primero que podemos hacer es demostrarles con ejemplos propios cómo funciona el manejo del dinero, por ejemplo, si vas al supermercado, pídeles a tus hijos que te acompañen, que revisen los precios y que paguen ellos mismos.
Todos los ejemplos de la vida cotidiana que les puedas enseñar serán útiles para empezar a formar hábitos en ellos.
Inculca el ahorro como un buen hábito
Otro punto importante es el ahorro, una alcancía está bien o si quieres ir más adelantado, abrirle una cuenta de ahorros para menores puede ser otra forma de motivar a tu pequeño a ahorrar constantemente.
Estas cuentas de ahorro ofrecen la posibilidad de que un menor empiece a adentrarse en el mundo de las finanzas con un hábito de ahorro recibiendo un mínimo de interés y luego cuando sea mayor de edad, puede pasar a ser una cuenta de ahorro normal.
¿Pero cómo lo va a motivar esto?
La atención debe estar centrada en el objetivo del ahorro, por ejemplo, si tu hijo quiere un teléfono celular, cosa que es muy común hoy en día, puedes motivarle a que ahorre un porcentaje del valor de su teléfono y cuando lo tenga tú pagarás el excedente.
De esta manera, el ahorro será visto con mejores ojos que si solo tuviera la obligación de guardar parte de su dinero sin motivo.
Utiliza incentivos para motivar su aprendizaje
Además de lo anterior puedes estimular su aprendizaje por medio de pequeños premios, por ejemplo, si tu hijo utiliza bien su mesada, por ejemplo, si no se gasta el dinero antes de lo previsto y raciona lo que se puede gastar cada día, puedes brindarle un monto adicional o algo que él quiera para que entienda los beneficios del buen uso del dinero.
Puedes enseñarle películas o documentales de finanzas
Otra forma de adentrarse en el mundo de las finanzas es compartir tiempo viendo películas o series que tengan esta temática y en donde pueda aprender algo, se puede hacer más amena la enseñanza.
Aquí te dejo algunas recomendaciones:
- The big short
- Inside Job
- Margin Call
- El capital
- El fraude
- Too big to fail
- Sin límites
- Wall Street: El dinero nunca duerme
- Up
- En busca de la felicidad
Juegos como método de enseñanza
Incluso algunos videojuegos o juegos de mesa pueden ser útiles para mostrarle al niño cómo se debe administrar el dinero. La opción más obvia sería un juego como Monopoly o Tío rico en donde literalmente tiene que usar dinero para jugar.
Parques temáticos
Dependiendo de tu ciudad también existen opciones que llevan al niño a adentrarse en el mundo adulto básico, en Bogotá encontrábamos Divercity, por ejemplo, o en ciudad de México Kidzania.
Puedes investigar si en tu ciudad en específico existe un servicio similar, estos parques brindan la experiencia de la vida adulta a los niños, de forma que sea entretenido.
Como podemos ver, existen múltiples opciones para ir mostrándole a los niños ciertas herramientas y conceptos básicos del mundo financiero real, cosas a las que deberán enfrentarse una vez crezcan y siempre es mejor llegar a este punto bien preparados, con objetivos claros o al menos la noción de cómo se debe manejar el dinero.
En conclusión, la educación financiera es un factor que debemos tener en cuenta e inculcar en los niños desde las decisiones más pequeñas a los ejemplos más complejos de la vida cotidiana para así formar adultos consecuentes a la hora de tomar decisiones con su dinero.