Si bien, obtener una tarjeta de crédito hoy en día es una tarea fácil, su utilización no lo es tanto, por eso en este blog te voy a mostrar los 21 errores más comunes que se cometen con las tarjetas de crédito y cómo evitarlos.
Contenido
1. Pagar después del vencimiento
Si por algún motivo haces el pago de tu tarjeta de crédito después de la fecha de corte o vencimiento establecida, habrá consecuencias negativas tanto para ti como para tu bolsillo, pues él no pagar la deuda genera intereses de mora y un posible reporte a las centrales de riesgo en caso de mantenerse la situación.
Los intereses de mora son intereses más altos que los normales y se cobran solo cuando la persona no paga su deuda cuando debe.
Y los reportes en las centrales de riesgo disminuyen tu puntaje crediticio y arruinan tu reputación financiera.
Por eso, te recomiendo hacer los pagos de tu tarjeta antes de la fecha de corte, uno o días antes es lo ideal ya que en algunos casos la transacción puede no ser inmediata si pagas en corresponsales bancarios, por ejemplo.
2. No conocer las fechas establecidas de pago y de corte
Este punto está asociado al primero, en caso de no conocer tus fechas de pago y de corte puedes recibir algunas sorpresas desagradables a fin de mes, primero porque puedes terminar pagando después de la fecha de vencimiento y ya vimos lo que esto implica y segundo, porque puedes dañar tu historial crediticio sin saberlo.
La fecha de corte es básicamente el día en que termina un periodo y empieza uno nuevo, un ejemplo sencillo para esto es un plan de datos en el que la fecha de corte es el 10 de cada mes, por lo tanto, si gastaste todos los minutos y datos de tu plan el día 8, tendrás que esperar hasta el día 10 que empieza el nuevo periodo y te recargan de nuevo dicho plan.
Además, después de esta fecha empiezan los 20-25 días que tienes para pagar antes de la fecha de pago.
La fecha de pago es la fecha límite que tienes para liquidar tus deudas o hacer el pago mínimo de ese periodo. En mi caso, la fecha de corte de mi plan de datos es el día 20 (Cuando empieza el periodo) de cada mes y la fecha de pago o último día para pagar es el 30.
Por ejemplo, si haces una compra sin saber estas fechas de tu tarjeta, puede que la fecha de pago sea antes del día en que recibes tus ingresos normalmente y por el desorden que esto genera termines pagando intereses de mora.
Lo mejor en este caso es que si la entidad lo permite se establezca la fecha de corte después de recibir tus ingresos, así será más fácil saber que parte de estos tienen que ir destinados al pago de la cuota de tu deuda.
Nota: Una cuota es la cantidad de dinero que pagas regularmente a tu deuda, básicamente es el pago mensual que haces teniendo en cuenta interese y comisiones.
Por ejemplo, si compraste un teléfono celular con un crédito por 6 meses pagaras 6 cuotas.
No revisar la periodicidad del pago configurado inicial
Algunas tarjetas de crédito tienen por defecto cierta configuración en la periodicidad de los pagos una vez las adquieres.
Es decir, una vez vas a realizar el primer pago, la tarjeta lo va a diferir a más de una cuota por defecto, usualmente cuando vienen configuradas de esta manera los montos de pago son muy bajos.
Esto me pasó la primera vez que solicité una tarjeta de crédito, sin saberlo la periodicidad por defecto era de 36 cuotas, por lo que al solicitar un avance de 30 dólares el pago era muy bajo (menos de un dólar mensual) y el cobro de intereses final muy alto.
En otras palabras, estaba haciendo un abono de menos de un dólar mensual a el monto que debía y el resto de la cuota eran pagos de intereses y comisiones.
Esto se juntó con el pago de mi computador que estaba al mismo número de cuotas y la entidad no me permitía elegir hacia donde iban dirigidos mis pagos, por lo tanto, fue una tortura mi primer acercamiento a las tarjetas de crédito.
Nota: Esta información la puedes revisar en los extractos de tu deuda, que pueden enviarte en físico, por correo electrónico o directamente en la página web de la entidad con la que tengas la deuda.
3. Pagar compras online sin la seguridad adecuada
En ocasiones, algunas ofertas que encontramos online por un producto que queremos pueden resultar demasiado atractivas como para no hacer la compra, por ejemplo, si querías comprar la última consola que salió y la encuentras en descuento puede ser tentador. Sin embargo, antes de realizar un pago impulsivo dejándote llevar por la euforia del momento es necesario que verifiques bien si el sitio a donde se enviaría tu dinero no es un sitio fraudulento que se dedica a estafar a la gente en internet.
Algunas de las preguntas que puedes hacerte para saber si es un sitio confiable son:
¿Es una tienda conocida y confiable? ¿Tiene una apariencia sospechosa el sitio web?
Si la respuesta es un no a la primera pregunta y un sí a la segunda, debe ser una señal de alarma sobre el sitio web al que acabas de entrar y piensas enviar tus datos y dinero. Piénsalo dos veces antes de hacerlo.
¿Existen opiniones, recomendaciones o información sobre este sitio?
Que la tienda no sea muy conocida no quiere decir que siempre se trate de una estafa, pues mucha gente está creando sitios web constantemente para promocionar algún producto o servicio.
Sin embargo, siempre puedes recurrir a las opiniones de Google, comentarios en el propio sitio web y buscar información desde afuera para asegurarte que sea confiable y no un estafador detrás de tus datos o dinero.
¿La plataforma de pago que utiliza es conocida y confiable?
No importa cuál sea el sitio web en donde vas a comprar el determinado producto o servicio que viste, siempre debes estar atento a cuáles son los métodos de pago que te ofrece y qué tan seguros son los mismos, algunos ejemplos son Paypal o PSE.
En caso de que no estés seguro podrías elegir la opción de pago contra entrega para asegurarte que todo esté bien antes de pagar o usar una tarjeta de crédito si tiene seguro contra fraudes o estafas, así en caso de que pase algo malo podrás solicitar un reembolso.
¿Cómo llegué a este sitio web?
Muchas veces los estafadores utilizan métodos como el correo electrónico o la mensajería vía WhatsApp para difundir sitios web programados para robar datos, no confíes a la primera de todo lo que recibes.
Y si quien te lo envió es algún conocido puedes preguntarle de donde salió dicho sitio web para evitar problemas.
¿Existe línea de contacto o información?
La información y líneas de contacto son algo que cualquier sitio serio debe tener, en caso de no encontrar nada de este tipo en el sitio, podemos sospechar que se trata de un anzuelo para realizar robo de datos y demás.
Aun así, si el sitio web tiene dicha información siempre puedes comprobarla comunicándote con los medios que te proporcionen y ver qué información encuentras.
¿La página está cifrada?
Un pequeño truco muy sencillo de verificar es fijarse en la URL o link del sitio web a donde entramos para saber si está cifrado o no. Usualmente cuando entras a un sitio en internet encontrarás al principio del link unas letras así: HTTP o HTTPS. Cuando el link tenga el primero quiere decir que no está cifrado, en caso de que tenga la S al final indica que sí lo está, por lo tanto, será de mayor seguridad. Además, suele ir acompañado con el icono de un candado.
4. Compartir los números de la tarjeta de crédito
Esto puede parecer obvio, sin embargo, ha habido casos de estafa dirigida a adultos mayores con cosas tan sencillas como esta.
Estos son los datos que nunca debes dar de tu tarjeta de crédito:
- Los dígitos de la tarjeta de crédito que son los números encerrados en el círculo rojo, imagen 1.
- El nombre de la persona dueña de la tarjeta de crédito, encerrado de color amarillo en el anverso de la tarjeta.
- La fecha de vencimiento, que son un mes y un año respectivamente y escritos de la siguiente forma:
- 12/99 como en la tarjeta ejemplo, donde 12 es el mes de diciembre y 99 el año. (Encerrado de color verde en la imagen)
- Finalmente, el número de seguridad o CVV (Código de valor de verificación) o CVC (Card verification code) que consta de 3 o 4 números y se utiliza como medida de seguridad en compras donde no se utilice la tarjeta en físico, como una compra online. En el ejemplo son los 3 números encerrados de color rojo en el dorso de la tarjeta.
¿Por qué no debemos compartir estos datos?
Básicamente estos son los datos necesarios para realizar la mayoría de las compras online. Si por algún motivo alguien te pide esta información, por más confiable que parezca, no es recomendable compartirla, pues puede tratarse de una estafa. Lo que los estafadores buscan es usar tu tarjeta a tu nombre para realizar compras por mucho dinero que después tendrás en tu cuenta y mientras te toca pagar esa deuda, un estafador estará disfrutando.
5. Recurrir al gota a gota para pagar una deuda atrasada
En caso de tener una deuda atrasada y la incapacidad de pagarla en el tiempo establecido, lo mejor que se puede hacer es negociar con la entidad que nos hizo dicho préstamo.
Un error que se puede llegar a cometer es recurrir a prestamistas ilegales como el “gota a gota” o a los avances en efectivo, que darán una solución inmediata al problema, pero generan uno mayor en el futuro debido a los cobros más altos de intereses que se manejan con estos productos.
Un ejemplo de esto sería una persona que debe pagar 100 dólares el día de hoy y no tiene el dinero para hacerlo. Su tasa de interés por el uso de la tarjeta es de 20%. Esta persona recurre a un prestamista que le otorga este dinero inmediatamente, pero a una tasa de interés del 50%.
Si bien la persona fue capaz de pagar su cuota de la tarjeta de crédito este mes, para el siguiente seguirá debiendo su cuota normal y tendrá una nueva deuda con un cobro exorbitante de intereses que seguramente no pueda pagar.
6. Pensar que la tarjeta de crédito te da dinero extra
Este es un error muy común al empezar a utilizar tarjetas de crédito, pues lo que se percibe en un principio es que con ella tenemos un mayor poder adquisitivo. Sin embargo, es importante mencionar que una tarjeta de crédito no genera un ingreso, genera una deuda que debemos pagar con los mismos ingresos que contábamos antes de tenerla.
Por ejemplo, si te ganas 1000 dólares mensuales y el cupo de tu tarjeta es de 500 dólares, esto no significa que ahora ganes 1500 dólares mensuales, significa que tienes una capacidad de endeudamiento de hasta 500 dólares, que en caso de utilizar vas a tener que pagar con los mismos 1000 dólares iniciales.
7. Fraccionar pequeñas compras a largos plazos
En el caso de que vayas al supermercado a hacer compras diarias como algunos implementos de aseo y desees hacer la compra con tu tarjeta de crédito, es recomendable que no difieras el pago.
Pues esto generará intereses y dependiendo del número de cuotas podrías terminar pagando mucho más de lo que te costaba el artículo en un principio. Recuerda que, a mayor número de cuotas, más intereses vas a pagar.
Solo debes recurrir al pago en varias cuotas cuando sea realmente necesario dependiendo de tus ingresos. Por ejemplo, si vas a comprar un televisor de 1000 dólares y no puedes pagar en un solo mes, sí es recomendable financiarlo, en otros casos sería mejor pagar en el menor tiempo posible.
8. No comparar las tarjetas de crédito antes de obtener una
Una tarjeta de crédito es un producto financiero que se encuentra en un mercado altamente competitivo, por esto no debemos quedarnos con la primera oferta que se nos haga.
Es importante hacer un estudio de las diferentes tarjetas de crédito que se encuentran en el mercado y cuál se acerca más a nuestras necesidades. Existen diferentes tipos de tarjetas de crédito para diferentes clientes, como las que solo permiten un solo pago, por ende, es de vital importancia informarse bien antes de obtener una.
Algunos de los puntos a comparar para saber que tarjeta de crédito es mejor para ti, son los intereses que cobra, seguros asociados, comisiones, beneficios de su uso, el cupo que ofrece, etc.
9. Pagar muy poco por mes
Aquí se aplica el mismo principio del punto anterior, al utilizar las tarjetas de crédito se libera un poco la carga financiera, es decir, al financiar alguno de tus pagos, tendrás la posibilidad de pagar montos más pequeños que se adecuen a tus ingresos mensuales y podrás comprar cosas que de contado no hubieras podido, sin embargo, cuanto antes logres pagar tus deudas, menos intereses vas a terminar pagando.
Si solo pagas el monto mínimo mensual, los intereses serán una buena parte de lo que te termine costando un producto, sin embargo, si tienes la capacidad deberías pagar lo que más te permitan tus ingresos.
Por ejemplo, si tienes una deuda a 48 cuotas de 50 dólares y notas que mensualmente te están sobrando 20 dólares más de lo que esperabas, es mejor pagar estos 20 dólares extra cada mes a la deuda con el fin de disminuir el total de intereses que vas a pagar al final.
10. Elegir no pagar una deuda
Como ya lo revisamos anteriormente, el no pagar tu deuda trae consigo consecuencias negativas.
En caso de que te quedes sin opciones para continuar pagando tu deuda, lo mejor que puedes hacer es refinanciar tu deuda con la entidad y buscar un plan que se ajuste mejor a tu situación actual, lo cual no tendrá el efecto tan negativo en tu historial crediticio que tiene el no pagar.
Por ejemplo, imagina una persona que se queda sin trabajo y tiene una deuda vigente con un banco con cuotas de 100 dólares mensuales, los ahorros de esta persona le permitirán pagar solo 30 dólares durante 6 meses. Lo ideal es comunicarse con la entidad y exponerle su situación para llegar a un acuerdo que le permita pagar sin quedar mal.
11. Utilizar todo el cupo de golpe
Así como mencionamos que la tarjeta de crédito no es un ingreso extra, es importante tener en cuenta que no se debe usar todo el cupo disponible hasta su tope. Según Clara Inés Guzmán, líder del programa de Bienestar Financiero de Old Mutual, en un artículo publicado por Portafolio, lo ideal es no gastar más del 30% de sus ingresos en deudas de consumo.
Esto tiene varias razones, la primera es no quedarse sin un colchón en caso de ser necesario y la segunda es la capacidad de pago según los ingresos de cada persona.
Un colchón financiero vendría siendo como un salvavidas en caso de que surja algún suceso inesperado, en el caso de las tarjetas de crédito pueden funcionar así ya que te permiten hacer pagos a futuro.
Un ejemplo de esto es un gasto inesperado como que tu perro enferme repentinamente y debas pagar un monto que no tienes en la factura del veterinario, podrías usar tu tarjeta de crédito y amortiguar el golpe financiero que te dio este gasto inesperado.
Ahora, un ejemplo de esto tomando el 30% mencionado anteriormente como base es que una persona que gana un salario de 1500 dólares mensuales no debería pagar más de 450 dólares al mes en sus créditos de consumo.
12. Aceptar todas las ofertas de nuevas tarjetas
Por más que te parezca interesante contar con 10 tarjetas de crédito diferentes, esto no es tan recomendable.
Entonces no te dejes endulzar el oído con cada nueva oferta de tarjeta de crédito que recibas, debes recordar que algunas cuentan con ciertas comisiones, aunque no se utilicen y el trato con cada entidad puede ser diferente.
Si decides manejar más de una tarjeta de crédito al tiempo debes ser consciente de lo que implica y si puedes pagarlo.
13. No conocer los seguros asociados
Muchas tarjetas traen algunos seguros adheridos que terminarán siendo un cobro extra aun si no utilizas tu tarjeta, algunos de estos seguros son:
- Seguros de viajes
- Seguros de vida
- Seguro de pago
- Entre otros
Lo ideal en este caso no es que canceles todos los seguros asociados, es más bien revisar de forma correcta todos estos seguros y ver cuáles te sirven y cuáles no. Por ejemplo, en mi caso suelo viajar mucho, por lo tanto, un seguro de viajes puede ser muy útil dependiendo de los beneficios que este me brinde.
Esto, al igual que la mayoría de información acerca de tu deuda, lo encuentras en los extractos. Y en caso de querer cancelarlos, deberás hacer una llamada al servicio al cliente de tu entidad financiera y exponer que no deseas continuar con este servicio, dependerá de las condiciones del banco y demás la negociación ya que puede haber seguros obligatorios. Toda esta información te debe ser brindada al adquirir el producto.
14. No aprovechar beneficios o descuentos
Algunas de estas tarjetas de crédito tienen beneficios que no todo el mundo conoce y se generan solo con el uso de esta, por ejemplo, las millas, los puntos, descuentos y otros sistemas de fidelización a los que puedes acceder y puede que por falta de información no estés utilizando.
Por ejemplo, las millas son un beneficio muy grande para las personas que les gusta viajar y tienen la forma de hacerlo, pues por medio de estas puedes conseguir tiquetes mucho más baratos o incluso gratis en caso de acumular las millas suficientes.
La solución más práctica es informarte al momento de solicitar una tarjeta de qué beneficios tiene o en caso de que ya la tengas, llamar al emisor de la tarjeta y pedirle dicha información.
15. No pagar al mes evitando los intereses
Las tarjetas de crédito tienen un periodo de gracia que va desde la fecha de corte, hasta el día en que debemos pagar la deuda o fecha de pago de la tarjeta, esta fecha de pago también se conoce como fecha de vencimiento.
Durante este tiempo, si realizamos alguna compra y hacemos el pago de esta antes de la fecha de pago, no se cobrarán intereses por esta compra, es decir, estás dándole uso a tu tarjeta de crédito y mejorando tu historial crediticio sin pagar intereses.
Un ejemplo sencillo de esto es realizar las compras que sé que puedo pagar normalmente con dinero en efectivo sin problemas, como la mensualidad del gimnasio, ahora si pago esto con la tarjeta de crédito y lo hago a una sola cuota, estoy generando un movimiento en mi historial crediticio y no pago intereses.
En mi caso, pago mi mensualidad del gimnasio el día 25 de cada mes con la tarjeta de crédito a una sola cuota y luego recibo mi salario el día 1 del mes, es decir una semana después.
De esta manera hago el pago de la cuota de la tarjeta el día 1 que en este caso es la mensualidad del gimnasio apenas recibo mi salario.
Así se genera un movimiento en la tarjeta de crédito y no pago intereses.
16. No priorizar el pago de la tarjeta sobre otras deudas
Si bien puede que tengas muchas deudas de diferentes tipos, las tarjetas de crédito suelen estar entre las más caras, superadas por la gota a gota o pagadiario, por ejemplo, que es un tipo de préstamo ilegal que surgió en Colombia a tasas excesivamente altas, pero en caso de que no tengas una deuda más cara que la de tu tarjeta de crédito, la prioridad a la hora de realizar los pagos debe ser esta. Pues anteriormente vimos las consecuencias de no pagar a tiempo.
En caso de que no puedas pagar todas las deudas que tienes mensualmente, pero tengas por ejemplo la deuda con tu amigo que no te cobra intereses y la deuda con la entidad financiera por el uso de tu tarjeta de crédito, lo mejor será hablarlo con él y darle prioridad al pago de tu tarjeta para que no te genere cobros extra y una mala reputación financiera.
17. Vivir de los avances
Otro de los errores más comunes y que solemos cometer más es el vivir sacando avances de dinero para poder pagar otras cosas. Un avance de dinero es un retiro de efectivo disponible en tu tarjeta de crédito como parte de tu cupo disponible de endeudamiento.
Este es uno de los productos financieros más costosos y de mayor cuidado a la hora de utilizarse.
Pues si no se cuenta con el dinero para hacer el pago podría resultar siendo muy poco rentable y terminar pagando de más en intereses.
Esta es una herramienta que debe ser utilizada en caso de emergencia de liquidez y con la seguridad de que no se saldrá de nuestras posibilidades de pago.
18. Elegir muy pocas cuotas para el pago con respecto a su sueldo
Si bien anteriormente recomendamos hacer el pago en el menor número de cuotas posible, aquí vamos a ver su contraparte.
Es cierto que mientras más cuotas haya, más intereses se van a terminar pagando, así es como funciona la tarjeta de crédito, sin embargo, no debemos caer en la trampa de querer pagar todo hoy.
Pues esto en algunos casos será imposible, aquí se trata de un equilibrio dependiendo de tus ingresos, debes ser capaz de analizar cuánto eres capaz de pagar mensualmente, ya que, si difieres un crédito de 1500 dólares en dos cuotas y ganas 1500, la mitad de tu sueldo se verá comprometido solo en el pago de esta deuda, poniendo en riesgo otros gastos importantes.
19. No revisar los extractos de la tarjeta
El estado de tu cuenta es algo primordial a la hora de manejar tu tarjeta de crédito, pues aquí puedes encontrar información muy valiosa.
Información como las fechas de pago y de corte, tu historial de compras con la tarjeta, el pago mínimo, cómo se calculan tus intereses, como están distribuidas tus cuotas de pago y demás información que resulta útil a la hora de planear el pago de tus deudas.
Retomando el ejemplo de mi primera tarjeta de crédito, cuando realicé el avance de 30 dólares que fue diferido a 36 cuotas y teniendo una deuda más en la misma tarjeta, creí que, al hacer el pago de 30 dólares en la primera fecha de corte, la deuda del avance desaparecería y solo me quedaría la deuda principal. No había revisado los extractos.
Sin embargo, esto no fue así porque en mi caso el monto que pagara se dividía entre las dos deudas adquiridas con la tarjeta, por lo que terminé pagando mucho más de los 30 dólares que recibí como avance en efectivo.
20. Cancelar la tarjeta una vez terminas de pagar una deuda
Digamos que justo después de pagar la deuda más grande que tenías decides cancelar la tarjeta de crédito a la que estaba asociada. Esto puede ser malo debido a que puede disminuir tu puntaje crediticio en algunos casos y perderás los beneficios que hayas logrado por su utilización.
Por ejemplo, si esta es tu primera tarjeta de crédito y la cancelas muy pronto, no generará confianza para futuros créditos, además en caso de tener beneficios asociados como el que no te cobren una cuota de manejo o acumules millas, estos desaparecerán.
Y en el caso de querer volver a utilizar otra tarjeta, habrás perdido terreno recorrido en tu vida crediticia.
También hay que ver que en los estudios de crédito se toma en cuenta el crédito disponible de la persona, por lo tanto, tener una tarjeta con un cupo alto, aunque no la uses puede ser bueno.
Es por esto que cuando una persona cuenta con un historial crediticio limpio, recibe más ofertas de créditos o incluso aumentos de cupo en su tarjeta de crédito sin solicitarlo, la entidad se dirige a la persona por medio de llamadas para realizar dichas ofertas.
El ejemplo es el siguiente:
Tienes dos tarjetas de crédito: una con un cupo total de 1000 dólares en la cual no tienes deuda y no te cobra comisiones a menos que la uses y una tarjeta de crédito nueva con un cupo de 500 dólares, de los cuales debes los 500 dólares.
Con un cupo total de 1500 dólares en tus dos tarjetas, tu uso sobre el límite de crédito disponible es de 33.33% (1500 disponible y 500 en uso, 33% del total), sin embargo, si cancelas la tarjeta que no tienes en uso se verá como un 100% sobre el límite total de crédito.
Siempre y cuando no te cueste más mantenerla, tener una tarjeta de crédito puede ser beneficioso a la hora de solicitar un nuevo crédito.
21. Servir como codeudor
Para muchas personas es difícil decir no ante una petición de ser el codeudor de un allegado o algún familiar, sin embargo, si se trata de dinero es mejor ser prudentes a la hora de tomar estas decisiones.
Un codeudor es la persona que se compromete a que el banco le cobre el dinero en caso de que la persona que adquirió el crédito no lo pague.
Hagamos de cuenta que un amigo cercano te pide este favor para avalar su deuda ya que quiere comprarse un auto, esto implica un riesgo para ti, ya que en el caso que esta persona no pague su deuda, esta rebotará y deberás pagarla tú.
Además, si no tienes el dinero suficiente para asumir esta responsabilidad, tu puntaje crediticio también se verá afectado, ya que la deuda también es tuya.
Puede que sea difícil decir que no, pero es mejor eso a exponerte a un riesgo innecesario y podrías dañar también tu relación en caso de que salga mal.
Espero que todo lo que encontraste en este blog te haya sido de utilidad y no cometas ninguno de los errores que hemos cometido con nuestras tarjetas. ¡Éxitos!