Todos nos hemos visto en la situación de llegar a fin de mes sin un solo centavo, así que nos ponemos a buscar hasta lo último que tengamos en nuestros pantalones o bolsos para poder sobrevivir esos últimos días.
Por ende, no llegamos a hacer un ahorro ordenado, o si lo empezamos, terminamos gastándolo antes de cumplir la meta. Así que en este blog te daré 15 tips fundamentales para empezar a ahorrar dinero.
Contenido
1. Ten mucho cuidado en donde guardas el dinero
Este punto es fundamental debido a que de esto puede depender qué tanta tentación y facilidad tengas para usar este dinero sin necesitarlo.
Es muy sencillo, si guardas el dinero que vas a ahorrar en la misma cuenta en la que tienes todos tus ingresos, o si guardas tu dinero en efectivo al lado del dinero que tienes para la fiesta, es muy fácil que termines cometiendo un error y gastando más de lo que debes.
Por ende, debes tener una cuenta, alcancía, bolsillo o cualquier otra forma que se te ocurra para guardar tu dinero de ahorro de forma segura y lejos de las tentaciones.
En caso de que decidas guardarlo en una cuenta bancaria, ten cuidado con las comisiones y demás costos que esta tenga, pues te puede salir más caro tenerlo allí, de este tema hablamos más profundamente en nuestro blog sobre cuentas bancarias.
2. Establece objetivos del ahorro
Ahora que tienes claro dónde vas a guardar tu dinero y está totalmente alejado de los peligros, es necesario que establezcas un objetivo para tu ahorro, puede ser en tiempo, en dinero, o las dos incluso.
Por ejemplo, mi objetivo de ahorro es de un año y guardo mensualmente el 30% del dinero que me gano, por lo tanto, al finalizar ese año realizo un viaje a un lugar que no conocía y que en el caso de no tener mi ahorro nunca hubiera podido conocer.
También puedes plantear objetivos diferentes, como pagar la universidad o guardar para una casa, un auto o cualquier otra cosa, lo importante es tener claro el objetivo y no perderlo de vista.
Esto te motivará y hará menos posible que quieras gastar ese dinero antes de tiempo, sin embargo, es importante que las metas u objetivos que te plantees sean realistas y acordes con el tiempo y cantidad de dinero que dispones para ahorrar.
Por ejemplo, no puedes ponerte como objetivo comprar una casa en un año si no tienes un ingreso que lo permita, dependerías completamente del azar y esto podría resultar desesperanzador y, por lo tanto, abandonarías tu plan de ahorro. ¡Siempre con los pies en la tierra!
3. Termina de pagar las deudas
En caso de que tengas tarjetas de crédito u otras deudas que te generen gastos adicionales por intereses es importante que te propongas como prioridad pagarlas siempre y cuando puedas hacerlo con anticipación, pues el dinero que tenías destinado a pagar los intereses de la deuda puede empezar a formar parte de tu ahorro y dejar de ser un gasto extra.
En caso de que no puedas pagar con anticipación, puedes establecer como objetivo el pagar tus deudas para luego continuar con tu ahorro.
4. Establece un ahorro automático
Este punto le funciona especialmente bien a personas que como yo son o solían ser compradores compulsivos. ¿No te ha pasado que decides salir a dar una vuelta al centro comercial y terminas comprando una funda para el pomo de la puerta? Esto, por ejemplo, es algo totalmente innecesario, pero atractivo y día con día no notamos cuánto dinero gastamos de esta forma.
Es por esto por lo que un ahorro automático de la cuenta en donde recibes tus ingresos es una buena forma de evitar esto.
Un ahorro automático es una forma de ahorrar en la que una vez recibes el dinero de tu paga, por ejemplo, la aplicación o el banco toma directamente una parte de tus ingresos y la envía a la cuenta o espacio que tengas destinado a ahorrar, para así no disponer de ese dinero para gastarlo.
La mayoría de los bancos permiten hacer esto entre sus cuentas y es cuestión de llamar y activarlo, incluso algunas aplicaciones como Nequi (el primer neobanco digital en Colombia) una vez las configuras guardan una parte del dinero que esté en tu cuenta cada semana o mes, según lo decidas.
5. Registra todos sus gastos
Este paso es realmente importante, pues existen muchos micro gastos, gastos hormiga o gastos menores, que no notamos cómo afectan nuestro bolsillo. Es normal pensar que comprar algo que no cueste mucho no afecta el ahorro y el presupuesto, pero si tenemos la costumbre de hacer muchos pequeños gastos cada día, puede irse todo nuestro sueldo en eso y terminar con la conocida sensación de ¿En qué gasté mi dinero?
Por lo tanto, llevar un registro de cada una de las cosas que compras te ayudará a hacerte una idea del dinero que se va en estos “antojos” y empezar a disminuir los gastos que sean realmente innecesarios.
Este registro lo puedes llevar de diferentes formas, debes buscar la que más se adapte a ti, por ejemplo, algunas personas utilizan agendas o libretas en donde anotan todo, otras lo hacen por medio de su teléfono celular.
En mi caso personal, guardo constancia por medio de recibos electrónicos de cada transacción que hago y los pongo en un documento de Excel y los gastos que no te dan recibo como la compra de un dulce en un puesto informal, los anoto en el teléfono y luego los trascribo en el mismo documento, esa es la forma en que registro mis gastos mes a mes.
6. Una parte del presupuesto debe ser para el ahorro
Es importante tener un presupuesto con respecto al dinero que ganamos y el que gastamos, tema que tratamos en el blog sobre finanzas personales.
Sin embargo, es importante recordar que una parte de este presupuesto debe estar destinada al fondo de ahorro, no podemos hacer un presupuesto que quede al límite y gastemos todo lo que ganemos de forma impulsiva o nunca podremos generar riqueza con lo que ganamos, solo quedaremos viviendo el día a día.
Por ejemplo, el señor Financio es un trabajador común y corriente que gana 1.000 dólares al mes y tiene unos gastos en promedio de 600 dólares, de los 400 dólares restantes la toma 200 para gastar en entretenimiento y demás y los otros 200 los ahorra siempre. Cuando sus gastos mensuales son más altos que 600, disminuye el dinero que puede gastar de forma inoficiosa y deja su fondo de ahorro intacto.
Claramente, para cada persona es diferente esta situación, pero lo recomendable es ahorrar entre el 20 y el 30 por ciento de tu sueldo, siempre y cuando puedas permitírtelo.
7. ¿Lo necesito? O solo lo quiero
Pongámonos en situación, estamos en un centro comercial y nos están ofreciendo un producto que acaba de salir al mercado para rascarse la espalda con un resultado 3 veces más placentero que si nos la rascamos con el rascador convencional que compramos impulsivamente hace dos semanas.
Debemos pensar siempre dos veces antes de realizar una compra de este tipo, ¿es realmente necesario comprarlo? ¿Este producto o servicio le va a agregar valor a mi vida o solo es un capricho? ¿Acaso esta compra va a afectar mi presupuesto negativamente? ¿O me la puedo permitir?
Para esto existe una regla de 24 horas que puedes aplicar siempre que te encuentres en esta situación, pues sé de primera mano que es difícil decirle no a una oferta como la del rascador.
Esta técnica consiste en demorar la decisión de la compra que vamos a hacer durante 24 horas, con el fin de poder analizar fríamente si vale la pena hacer esta compra o no.
8. Elimina hábitos nocivos que también sean gastos
Este punto no solo tiene como beneficio tu ahorro sino también tu salud, un ejemplo básico aquí es el hábito de fumar, solamente en Estados Unidos para 2019 un 14% de los adultos se consideraban fumadores.
Este hábito es realmente negativo, pues puede causarte una buena cantidad de enfermedades, como el cáncer en diferentes tipos y además de ser nocivo para la salud, también es nocivo para tu bolsillo.
Según un estudio realizado por la Universidad de San Sebastián en Chile en 2017, un 36% de los chilenos fumaba en promedio 7 cigarrillos al día, lo que les terminaba costando unos 30 mil dólares mensuales.
Por lo tanto, la decisión de dejar algunos hábitos nocivos para tu salud y tu bolsillo puede ser una de las más inteligentes, no solo en términos de ahorro, si no de calidad de vida.
Este dinero que te gastas en aquellos malos hábitos lo podrías ahorrar o destinar a un consumo más inteligente como mejorar la calidad de tu alimentación.
9. Aprovecha descuentos con gastos anticipados y necesarios
Existen algunos gastos que sabemos que tendremos que hacer y dependiendo del momento y la época podemos adelantarnos a estos y aprovechar cuando haya descuentos o incluso temporadas de menor precio en ciertos productos, por ejemplo.
Con los productos de aseo que sabes que vas a terminar comprando, como el detergente para lavar tu ropa o el jabón de baño, si encuentras un descuento por llevar 10 unidades de alguno de estos productos, puedes ahorrar en este ámbito ya que te hubiera salido más caro comprar uno por uno cada que lo necesitaras, es una buena reserva y aprovechas una oferta.
Por otra parte, con los productos de temporada puede suceder un fenómeno similar. Lo puedes hacer para las festividades y demás, pues todos los productos relacionados a la navidad, por ejemplo, tienden a aumentar su precio mientras más se acerca esa época del año, mientras qué si compras aquellas cosas que sabes que vas a utilizar con antelación, puedes evitar pagar de más.
10. Cocina y si sales, empaca tu comida
Para muchos la tarea de cocinar resulta tediosa y prefieren basar su alimentación en domicilios y restaurantes, lo cual es excesivamente caro y además puede no ser saludable para tu cuerpo.
En el caso de que prepares tu propia comida, tendrás que dedicar cierto tiempo a esta tarea, sin embargo, puedes ajustar lo que comes a lo que necesita tu cuerpo y a tu presupuesto. Y para el trabajo o el estudio, siempre tendrás un almuerzo y snacks caseros que te permitirán ahorrar tiempo y dinero.
En cambio, si basas tu alimentación en comidas rápidas por su precio, puedes tener problemas de salud por no llevar una dieta balanceada y si comes en restaurantes donde tengas esta opción, te saldrá más caro.
Lo que nos lleva al siguiente punto.
11. Prepara un menú de compra y alimentación
Si tomas la decisión de comer en casa y preparar tu propia comida, lo mejor será que tengas en la despensa una buena variedad de alimentos para tener una dieta balanceada.
Si compras en mercados grandes, algunas plazas y otros lugares como estos podrás encontrar buenos productos a precios bajos, de esta manera gastarás solamente lo necesario en alimentación, tendrás un hábito más saludable y desarrollarás tu habilidad culinaria.
Para esto, puedes hacer una lista semanal o mensual de los productos que hagan falta en tu cocina y a medida que que los vayas consumiendo. La idea es que encuentres un equilibrio entre lo que compras y lo que consumes, tampoco sería bueno que compres demasiados productos perecederos y pierdas tu inversión porque todo se echa a perder.
Además, puedes dedicar un día a preparar alimentos base que te servirán por el resto de la semana en diferentes combinaciones y para conservarlos, los guardas en el refrigerador o congelador. Esta es una forma mucho más eficiente y podrás comer balanceado, pero diferente todos los días.
12. Ahorra en servicios públicos
Algunas acciones que realizamos pueden ser optimizadas para dejar de gastar de más y no lo vemos normalmente, por ejemplo, el servicio de la luz o el agua, si dejas de gastar 30 minutos en la ducha eléctrica y pasas a bañarte en 5 o 10 minutos, notarás un cambio en el tiempo claramente, además de que tus facturas serán menos costosas.
Existen varias formas de ahorrar en servicios públicos y si quieres encontrar una buena excusa para hacerlo, está también el menor impacto ambiental que generas.
Los focos LED, por ejemplo, consumen menos energía que los convencionales o si quieres ir más lejos, toma duchas de agua fría.
También, si tienes plantas puedes recoger el agua lluvia y utilizarla para regarlas, o para el inodoro, puedes poner un recipiente en la ducha y recoger el agua que se desperdicia para el inodoro de igual forma.
Otra forma de ahorrar en servicios es utilizar la luz natural mientras puedas durante el día para consumir menor cantidad de energía, desconectar o deshacerte de los electrodomésticos o productos que te generen un consumo y no utilices.
13. Si no lo usas, cancélalo
Este punto aplica para muchos servicios automáticos que pagamos muchas veces sin saber o sin darnos cuenta lo que nos afecta y lo poco que nos beneficia.
En mi caso, por ejemplo, suelo dedicar mi tiempo libre a hacer ejercicio y nunca veo películas en plataformas de streaming, sin embargo, tenía contratadas 5 de estas, que utilizaba a lo mucho 1 vez al mes, por lo que para mí era un servicio completamente inútil.
No aplica solamente para estas plataformas, también existen otros ejemplos, por ejemplo:
- Un seguro de viajes, pero tú nunca viajas porque no te gusta
- Una membresía en un videojuego que ya no juegas
- La membresía de un gimnasio si no tienes tiempo para ir
- Un plan de datos en tu teléfono con más capacidad de la que necesitas
Existen muchos gastos de este tipo que en ocasiones se renuevan automáticamente mes a mes, es tu tarea revisar cuáles realmente te son útiles y de cuáles puedes prescindir.
En el caso de que no utilices alguno de esos servicios con demasiada frecuencia, pero no lo quieras cancelar, puedes compartir los gastos con otra persona. En algunas ocasiones esto puede funcionar y pagar entre dos o más una suscripción para tener acceso a dichos servicios a un menor costo.
14. Penaliza los gastos innecesarios
Esta es una estrategia que me funcionó personalmente bien, pues hace algún tiempo solía fumar con frecuencia, lo que como vimos es malo para la salud y malo para el bolsillo. Por lo tanto, decidí poner un castigo cada vez que lo hiciera para enseñarme que estaba mal y que debía pagar por hacerlo.
Decidí poner 1 dólar en mi alcancía cada vez que fumara un cigarrillo, por lo tanto, el impacto en mi ahorro iba a seguir siendo bueno, aunque tuviera un mal hábito y no podría fumar si no contaba con el dólar extra que me puse como castigo.
Mi castigo resultó en un ahorro extra de más de 100 dólares y con el tiempo fue disminuyendo este hábito, pero seguí ahorrando el dinero.
Esto lo puedes hacer en muchos casos, por ejemplo, si realizas alguna compra compulsiva e inútil, deberás poner en tu ahorro la misma cantidad que te costó, lo que te deja menos dinero para seguir gastando de forma innecesaria.
15. Reutiliza
Reutilizar materiales u objetos, además de generar un impacto positivo en tu bolsillo también lo hace en el planeta.
Algunos ejemplos de cómo puedes ahorrar dinero con la reutilización son:
- Llevar tus propias bolsas o mochilas al supermercado cuando vas de compras.
- Reutilizar una botella plástica que compraste donde ahora puedes llevar tu agua, en vez de comprar una nueva cada vez que sales.
- Reutilizar el agua con la que te lavas las manos para el sanitario. Esto se hace por medio de un sistema en el cual tu lavamanos se conecta directamente con el inodoro y así no se desperdicia el agua.
- Reutilizar envases de comida de plástico o vidrio para almacenar alimentos en tu despensa. También, puedes rellenar envases de productos de aseo con las recargas de los mismos productos o reutilizarlos para guardar otros.
No es necesario llegar a extremos, simplemente hacer pequeños cambios que tendrán un impacto positivo en lo que gastas.
Conclusión
El ahorro es uno de los hábitos financieros más saludables pues te permite crecer en tus finanzas personales y además evitar situaciones como la de llegar a fin de mes sin saber cómo sobrevivir o tener que pedir préstamos de última hora.
Por lo tanto, debes tomar en cuenta estos 15 consejos e integrarlos a tu estilo de vida para disfrutar de una vida más sana financieramente hablando, espero que todos los consejos que encontraste en este blog te sean te mucha utilidad y logres convertir tu hábito de malgastar tu dinero en el de ahorrar inteligentemente.